Cuando el auto se sobrecalienta cuando está parado es evidencia clara y directa de problemas de funcionamiento. Generalmente, los mismos, en dichos casos, se asocian con la deficiencia del sistema de refrigeración. Máximo responsable de la expulsión de calor y control de temperatura de tales implementos. No pocos fallos en este sistema pueden ocasionar la acumulación de calor en el motor frente a dichos momentos. Por la gravedad del caso, se recomienda inspeccionar el motor cuanto antes a fin de evitar más daños o desperfectos durante una próxima travesía o trayecto. Las siguientes son las causas más comunes y frecuentemente detectadas.
Entendiendo los fallos mecánicos y eléctricos más comunes por las que el auto se sobrecalienta cuando está parado o en ralentí.
Imagen de Thomas Rüdesheim en Pixabay.
En los casos en los que está estacionado, el motor aumenta su temperatura por el fallo directo del ventilador. Se trata de la causa más común de estos, la cual puede producirse en los ventiladores tanto eléctricos como de correa. Normalmente, se trata de un fallo que solo puede verse cuando el auto está estacionado, ya que, al conducir el calor se libera naturalmente. Otras veces, el fallo puede deberse propiamente al radiación obstruido o dañado. Si bien, a veces la acumulación de suciedad y polvo se vuelve evidente, a veces, las micro fisuras, golpes o aberturas impiden la circulación del refrigerante. Hecho, el cual hará que el motor acumule el calor.
Imagen de tookapic en Pixabay.
Otros factores que hacen proclive que el auto se sobrecaliente cuando está parado son los problemas electrónicos. De esta categoría es el fallo en el sensor de temperatura del refrigerante. Cuando esto ocurre al sistema se le hace imposible detectar el nivel de rendimiento. Normalmente, el sistema posee dos sensores siendo el más relevante para esto el sensor del ventilador. Atendiendo a razones mecánicas, un bajo nivel de líquido refrigerante también es capaz de ocasionar efectos como estos. Bajo, lo cual, solo bastara con inspeccionar visualmente agregar más líquido hasta llegar al volumen correcto.